No leas a los hermanos Grimm es tu primera novela. ¿A que se enfrenta un lector o lectora que quiera acercarse por primera vez a este libro?

La novela es básicamente la historia de como un niño se convierte en asesino, esa es la máxima y el desafío inicial que me planteé al escribirla, por lo tanto la novela habla de un proceso, de una transformación, impulsada por la manipulación que sufre el protagonista, eneste caso Gabriel, proveniente de los adultos que lo rodean y que conforman su pequeño universo. El trasfondo tiene que ver con la importancia de los relatos en la conformación de nuestra personalidad, de nuestro yo. Siempre me ha sorprendido la manera en que el lenguaje construye la realidad y la manera en que las historias que nos cuentan, finalmente se transforman en las historias que nos contamos nosotros mismos y que al final terminan por definirnos. En nuestra infancia aprendemos quienes somos de acuerdo a lo que nuestros seres cercanos, padres, abuelos, hermanos, profesores, compañeros dicen de nosotros, porque aun no tenemos la capacidad de auto definirnos y cuando podemos hacerlo, lo hacemos en base a esa construcción primaria, determinada por los demás y de la cual es muy difícil escapar totalmente. Sólo algunas personas, las más lúcidas o las más fuertes, logran zafar de esa construcción inicial, y desde mi perspectiva es muy importante hacerlo, ya que, de a cuerdo a la capacidad de construir un relato personal para entender quienes somos y en qué creemos, con autonomía, es que somos capaces de ser libres.

Trabajar con los cuentos infantiles como la herramienta que se utiliza en la novela para manipular al niño Gabriel, tiene que ver con evidenciar la aparente inocencia de las historias y el lenguaje, si los miramos con atención, ningún cuento infantil es realmente inocente, todos tienen un trasfondo que nos quiere implantar una forma de ver y comportarnos en el mundo y sobretodo en los cuentos infantiles clásicos, que a la vez que nos cuentan la historia del héroe, nos cuentan la historia del villano, la mayoría de los niños se ponen del lado del héroe, pero ¿Qué pasa si el niño empatiza con el villano?

No leas a los hermanos Grimm

¿Cuáles fueron tus motivaciones, influencias e ideas que te llevaron a escribir esta obra? ¿Cómo fue el proceso de escritura?

Siempre me han gustado las historias que representan arquetipos o aquellas que asientan cosmovisiones, historias que superficialmente parecen muy sencillas pero que en el fondo tienen un simbolismo tan profundo y potente que se transforman en explicaciones del mundo. Estas historias han existido en todas las épocas de la humanidad y se heredan junto con el resto del conocimiento de una generación a otra, se trata de historias fundacionales, cuyo origen se pierde en el tiempo. Un ejemplo claro de este tipo de historias es la del diluvio universal, existe en todas las culturas con variaciones, pero en el fondo mantiene un mensaje en común: el mundo puede ser destruido y solo algunos elegidos se salvan, para formar un mundo nuevo y redimido. Los cuentos infantiles clásicos, aquellos que todo el mundo occidental conoce, porque se han venido repitiendo una y otra vez durante siglos, se han transformado en ese tipo de historias, todos sabemos gracias a la Caperucita y el lobo, lo que le pasa a los niños desobedientes, la recompensa a la abnegación gracias a la Cenicienta o la fuerza de la envidia gracias a Blancanieves y la madrastra, se han transformado en arquetipos, entonces me pareció interesante trabajar en darle una vuelta a esos arquetipos y ver que resultaba. En cuanto al proceso de escritura, fue largo y accidentado, la primera versión de esta novela la escribí el año 2008, gracias a una beca de creación literaria del fondo del libro, pero no quedé conforme con el resultado, y si bien aquella primera versión era completamente distinta a la actual, algunos aspectos centrales de la historia me quedaron dando vueltas, el 2011 escribí una nueva versión que me dejó más conforme pero no del todo y la volví a abandonar y ya el 2014 decidí darle una última oportunidad, me propuse terminar otra versión y si esta no me dejaba conforme prometí sepultarla, pero finalmente me gustó el resultado y también a Paolo quien fue muy entusiasta en publicarla bajo el sello de Edicola, donde finalmente vio la luz. Podríamos decir que se trata de una novela que se negó a morir o que tenía muchas ganas de vivir, dependiendo del punto de vista.

En su transcurso, la novela remite siempre a un pasado, a la presencia de ese Valparaíso del siglo XX. También da la sensación de que podría fácilmente adaptarse al cine. Considerando que también eres guionista: ¿Has pensado la posibilidad de transformar la novela en un guión de cine? ¿Te lo imaginas como una película?

Valparaíso es el lugar donde transcurre la novela, también la ciudad donde vivo y la ciudad donde siempre quise vivir, tanto así que cuando escribí la primera versión yo aun no residía en el puerto, pero lo añoraba. De una u otra forma, Valparaíso es un personaje más de la novela, sólo en una ciudad inverosímil como Valparaíso, podría acontecer una historia semejante. En cuanto a su adaptación como guión cinematográfico, es una posibilidad que se ha venido asomando paulatinamente, varios amigos del rubro audiovisual apenas la leyeron manifestaron que les parecía bien cinematográfica y fácilmente transformable en película, quizás, si todas las estrellas se alinean, podríamos tener una sorpresa al respecto.

Por último, cuéntanos de tu vida en Valparaíso. ¿Cuáles son tus aficiones, gustos o placeres vinculados al puerto? ¿A dónde nos recomendarías ir?

Como adelantaba en una respuesta anterior, Valparaíso es una ciudad donde siempre quise vivir, la conocí en mi infancia gracias a los relatos de Manuel Rojas y cuando la visité por primer vez, no podía creer que existiera un lugar así en Chile. Posteriormente cuando tuve la oportunidad de comenzar a viajar por distintos países, siempre que conocía una nueva ciudad que me gustara, la comparaba con Valparaíso y me preguntaba: ¿Esta ciudad es más bonita o más interesante que Valparaíso? Muy pocas veces la respuesta fue afirmativa, entonces me di cuenta que tenía que vivir acá. Ahora, es importante aclarar que Valparaíso no es una ciudad idílica ni mucho menos, tiene muchos defectos y no es confortable, pero tiene un espíritu único, algo imposible de definir pero fácil de sentir, además es una ciudad barroca, muy viva, donde pasan muchas cosas, siempre en un equilibrio precario, es una ciudad para personas con vocación de funambulista. También es una ciudad para personas que gustan de caminar, porque hay que recorrerla a pie, si no te gustan las caminatas, Valparaíso no es para ti, pero si te gusta caminar la ciudad te hace regalos a cada instante, esta ciudad es como un laberinto infinito, donde no existe la belleza artificial.

No leas a los hermanos Grimm, Iván Maureira (Edicola Ediciones)
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