“La Madre de Eva” comienza más bien al borde del desenlace por lo que te vas enterando a medida que pasas las páginas. La protagonista/autora habla desde sus sentimientos, es como si una estuviera metida en su cabeza y pudieras leer sus pensamientos, los que sólo se dicen a una misma y jamás a los demás. Es un dialogo que en verdad es un monólogo. Ella le habla a Eva, su hija que no se llamará más así.

Vas entiendo tanto dolor y sufrimiento por el que va pasando, un dolor que no es suyo, no es su persona la que sufre en realidad, ella sufre por otra persona, sufre por su hija. Y sientes como sufre, como si fuera ella la que está pasando por el tormento que está pasando su hija y finalmente terminas entendiendo que sí es ella.

La madre de Eva sufre por haber tenido una hija que se siente un hombre que nació mujer, siente decepción, traición por no querer ser lo que ella engendró, el sentir que falló en algo y no saber en qué pero también entender el sufrimiento de Eva al no verse como lo que siente que es y que peleándoselas sólo la hacía sufrir más.

Es una historia cruda pero sin sangre, desgarradora de corazón, contada desde la tranquilidad de haber tomado la decisión correcta como madre de acompañar a su hija en esta transición, que muestra el camino de la aceptación y, lo más importante, el reconocimiento y la comprensión.

Silvia Ferreri, la autora de La Madre de Eva es escritora y periodista, nació en Milán y después de sus estudios universitarios se mudó a Roma, donde vive con su marido y sus tres hijos. La madre de Eva es su primera novela, publicada en Italia en 2017 a través de editorial Edicola, instalada en Chile desde el 2013 con una sede en Santiago y otra en Italia, que tiene el objetivo de construir un puente de cultura entre los dos países.

Publicado en Zancada.