Marino Magliani revela el mundo a través de la lengua. La naturaleza, las relaciones, la luz: todo en sus libros parece nuevo y eterno al mismo tiempo.
"Tampoco conocen mi nombre. Me llaman, simplemente, la madre. Como si fuera un arquetipo, la matriz, la madre de todos, de todas las criaturas, mujeres y hombres puestos a salvo en tierras seguras."